Rev Esp Endocrinol Pediatr 2014;5 Suppl(2):41-48 | Doi. 10.3266/RevEspEndocrinolPediatr.pre2014.Nov.258 | |||||||||
Seguimiento del niño con hipotiroidismo congénito | |||||||||
Child with congenital hypothyroidism follow-up | |||||||||
Sent for review: 7 Nov. 2014 | Accepted: 17 Nov. 2014 | Published: 27 Nov. 2014 | |||||||||
Amparo Rodríguez Sánchez 1, Belén Ruidobro Fernández2, Elena Dulín Íñiguez3, María Dolores Rodríguez Arnao 4 | |||||||||
1Unidad de Metabolismo/Endocrinología Pediátrica.. Hospital General Universitario Gregorio Marañón.. Madrid 2Servicio de Pediatría. Hospital V. Alvárez-Buylla. Mieres, Asturias 3Responsable del Laboratorio de Cribado Neonatal de la Comunidad de Madrid. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid 4Unidad de Metabolismo/Endocrinología Pediátrica. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. | |||||||||
Correspondence:Amparo Rodríguez Sánchez , Unidad de Metabolismo/Endocrinología Pediátrica., Hospital General Universitario Gregorio Marañón., Avenida de America 64, 8B, 28028, Madrid E-mail: amparorodriguezsanchez@yahoo.es | |||||||||
Tabla 1 - Fines de la unidad de seguimiento HC | |||||||||
Tabla 2 - Características de la unidad de seguimiento HC | |||||||||
Tabla 3 - Genética molecular en hipotiroidismo primario congénito. | |||||||||
Tabla 4 - Pacientes diagnosticados en el Programa de Detección Precoz de HC en España (datos AECNE, Asociación Española de Cribado Neonatal) | |||||||||
Figura 1 - Algoritmo de actuación en el programa de Detección Precoz de Hipotiroidismo Congénito (HC) | |||||||||
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HIPOTIROIDISMO PRIMARIO CONGÉNITO Y NEONATAL (HC) El hipotiroidismo se caracteriza por la situación clínica y analítica resultante de la disminución de la actividad biológica de las hormonas tiroideas a nivel tisular, en la mayoría de los casos coincide con un descenso de los niveles plasmáticos de hormonas tiroideas. El hipotiroidismo primario comprende un grupo de alteraciones que producen hipofunción de la glándula tiroides. Son detectables analíticamente en la primera etapa de la vida del recién nacido, con síntomas clínicos inespecíficos. Las hormonas tiroideas son imprescindibles para lograr el desarrollo y la maduración cerebral normales, por lo que el hipotiroidismo de comienzo en los primeros meses de vida originará lesiones irreversibles en el sistema nervioso central si no se trata con diagnóstico precoz (1, 2). Es la causa más frecuente y evitable de retraso mental.
Hipotiroidismo y desarrollo cerebral Las hormonas tiroideas son necesarias para la morfogénesis celular. En el ser humano el proceso de maduración cerebral se realiza en su mayor parte durante la gestación (3), dependiendo de la función tiroidea materna, pero no es completo al nacimiento en el humano. El número de neuronas continúa aumentando, hasta los seis meses de vida. La glía, la neuroglía, las conexiones interneuronales y la mielinización comenzadas intraútero se realizan hasta los tres años de edad cronológica. Los efectos de las hormonas tiroideas sobre el sistema nervioso central explican que en la hipofunción tiroidea la arborización y el tamaño neuronal están disminuidos, con el retraso mental consiguiente (4, 5). Los mecanismos se conocen actualmente a nivel molecular. Los daños pueden ser irreversibles si el tratamiento no es efectuado en un período de tiempo determinado (efecto ventana). El óxido nítrico (NO) y la sintasa productora de NO figuran entre los mecanismos locales implicados (6).
Objetivos de la detección precoz de HC El objetivo principal es evitar el daño cerebral en estos pacientes. Se considera una urgencia médica, tanto para su diagnóstico como para el tratamiento. Hay una relación inversa entre el comienzo del tratamiento en el recién nacido hipotiroideo y el logro intelectual o cognitivo. Los Programas de Detección Precoz han evolucionado disminuyendo significativamente el tiempo de diagnóstico de los pacientes, que comienzan el tratamiento entre los 6 y 15 días de edad cronológica.
Procedimiento analítico en Detección Precoz de HC Los beneficios indiscutibles para el recién nacido HC del programa de cribado neonatal hacen que se considere en la práctica clínica como imprescindible: Clasificación: AI Grado de recomendación: A Nivel de evidencia: I La detección precoz de HC en España, como en la mayor parte de Europa, se lleva a cabo por medición de tirotropina (TSH) sobre la muestra de sangre seca, extraída a las 48 h de vida del recién nacido, impregnando papel absorbente estandarizado (S&S#903) (2). Existen actualmente en España 18 Centros de Diagnóstico en las diferentes Comunidades Autónomas.
En España, País Vasco y Cantabria realizan la medición de TSH y T4T en todos los recién nacidos en su área de cobertura.
Unidades de Seguimiento en los Programas de Detección precoz HC El Centro de Diagnóstico debe de disponer de manera urgente y preferente de Unidades de Seguimiento con endocrinólogos pediatras para confirmar el diagnóstico, iniciar el tratamiento y optimizar las dosis terapéuticas, logrando los mejores resultados de evolución. La Unidad de Seguimiento tiene estructura multidisciplinar y precisa experiencia en el manejo de estos pacientes (7, 8) y actúa según protocolos nacionales e internacionales (9). La sistemática consiste en realizar una historia clínica completa, personal y familiar, incluyendo la posible utilización de medicaciones y/o contrastes yodados (contraindicados en obstetricia y neonatos). La exploración física, con estudio de parámetros de desarrollo neurológico, continúa con determinaciones analíticas en sangre venosa: T4L, TSH (elevada en todos los hipotiroidismos primarios), tiroglobulina (Tg). La muestra de orina para determinar yoduria puede ser necesaria. La Unidad de Seguimiento debe disponer sin demora de la realización de la gammagrafía tiroidea (Tc-99, I-123) que es imprescindible para el diagnóstico, para la explicación a la familia de la causa de la alteración de la función tiroidea y para indicar la dosis terapéutica inicial de L-tiroxina. Es aconsejable aunque no urgente completar el estudio con una ecografía tiroidea en los casos de no visualización del tejido tiroideo en la gammagrafía, para diferenciar el bloqueo de la glándula (enfermedad tiroidea autoinmune materna, transitoria, como causa principal) de una agenesia tiroidea permanente. La Resonancia Nuclear Magnética para localización morfológica del tiroides no está indicada por la necesidad de anestesia en el recién nacido. Las características de estas Unidades de Seguimiento se refieren en las TABLAS I Y II.
Clínica del HC Los niños diagnosticados en el Programa de Detección Precoz son clínicamente asintomáticos o con signos y síntomas inespecíficos. Pueden presentar, con mayor frecuencia cuanto mas grave es la hipofunción tiroidea o mayor es el tiempo de evolución: Ictericia prolongada, llanto ronco, fontanela posterior abierta mayor de 0.5 cm de diámetro, hernia umbilical, frialdad con piel marmorata, facies edematosa con macroglosia, ensilladura nasal ancha. La palpación tiroidea (bocio) es informativa. En el niño no tratado la clínica es florida: fenotipo característico, retraso mental, infantilismo, retraso en el crecimiento y en la maduración ósea (10-13).
Etiología del HC El HC puede ser permanente o transitorio pero siempre precisa tratamiento urgente (10-13). La familia debe de ser informada del beneficio de haber realizado la prueba de detección precoz. Causas permanentes: Las disgenesias tiroideas corresponden a la mayoría de los casos (85%), siendo: ectopias tiroideas, generalmente localizadas en posición sublingual (60%), agenesias tiroideas (35%), hipoplasias y hemiagenesias (5%). El 15% restante, con alteración permanente corresponde a dishormonogénesis tiroidea. Causas transitorias: Enfermedad tiroidea autoinmune materna, exceso de yodo son las más frecuentes. Los estudios genético-moleculares en HC (14-16) han aportado numerosa información sobre las mutaciones en los genes implicados tanto en la formación tiroidea. (Tabla 3)
Diagnóstico diferencial Si en un recién nacido se detecta hipotiroidismo congénito mediante cribado neonatal y en el análisis realizado en el Centro de Seguimiento se confirma mediante los niveles séricos de hormonas tiroideas, se debe asumir el diagnóstico y no postponer el inicio del tratamiento para definir exhaustivamente su etiología. Si no se ha podido establecer un diagnóstico etiológico definitivo en el momento inicial, se podrá esclarecer en muchos casos en el replanteamiento de los 3 años, y en otros, sobretodo transitorios, persistirá la duda sobre su etiología. En España dada la alta emigración desde países donde no existe este cribado, el pediatra debería cerciorarse de la normalidad de la función tiroidea en los recién nacidos y utilizar la sospecha clínica en niños mayores de esas procedencias.
Tratamiento del HC Las dosis de L-tiroxina varían con la edad del paciente, peso y el diagnóstico etiológico por lo que es de gran ayuda la gammagrafía tiroidea inicial. Es necesaria una rápida normalización de los niveles de T4L circulante y de TSH en el recién nacido lo que precisa dosis iniciales de L-tiroxina de 10-15 mcg/Kg/día (9-13), administrada por vía oral cada 24 horas. Muy ocasionalmente es preciso tratamiento parenteral e ingreso hospitalario. La primera dosis de L-tiroxina oral es administrada por el personal sanitario de la Unidad de Seguimiento, explicando el método a la familia. Nunca diluir en biberón. No debe utilizarse T3 como único tratamiento, esta hormona activa deriva de la monodesyodación periférica de la T4 circulante a nivel cerebral. Nunca retrasar el comienzo del tratamiento para efectuar pruebas complementarias. No están recomendadas las soluciones líquidas de L-tiroxina, inestables. Posteriormente el seguimiento se realiza aconsejando una visita explicativa a las 48 horas. Revisiones a los 15 días de iniciada la terapia, teniendo mejor pronóstico evolutivo si ya han normalizado los valores de T4L y TSH plasmáticas. No existe refractariedad hipofisaria si las dosis terapéuticas son adecuadas. Continúan con revisiones mensuales hasta los seis meses de edad, cada dos meses hasta el año de edad, cada tres/cuatro meses hasta los tres años, siempre optimizando los resultados del tratamiento con los valores de T4L y TSH, manteniendo los niveles de T4L plasmática en el rango normal-alto y los de TSH en el rango normal-inferior (17-20). Debe realizarse confirmación analítica (T4L y TSH) cuatro semanas después de un cambio de dosificación terapéutica.
Reevaluación diagnóstica A partir de los tres años de edad cronológica, con desarrollo neurológico completado, puede realizarse la reevaluación diagnóstica en los casos con tiroides eutópicos, suspendiendo 30 días la medicación para distinguir hipotiroidismos permanentes y transitorios. En caso de elevación de la TSH plasmática > 15 UI/ml el hipotiroidismo primario es considerado permanente y el tratamiento reiniciado. Si la función tiroidea permanece normal o en valores de hipotiroidismo subclínico (TSH 5-10 UI/ml) se aconseja mantener revisiones analíticas periódicas. En la reevaluación a partir de los tres años de edad en los pacientes con tiroides eutópico se incluirán estudios de genética molecular con realización de descarga de perclorato si precisan para clasificación etiológica (21).
Resultados de los Programas de Detección Precoz HC (Tabla 4) Los pacientes cursan con crecimiento y desarrollo normales. La mejor valoración es el desarrollo cognitivo normal con tests psicométricos adaptados a la edad y la población. Presentan desarrollo madurativo y cociente intelectual (CI) normales si el tratamiento ha sido urgente, precoz y optimizado (9). Deben corregirse los valores elevados de TSH (19, 20) y evitar hipertiroidismo (22) durante la optimización terapéutica. Pueden persistir en ocasiones alteraciones cognitivas leves relacionadas con la fase prenatal del hipotiroidismo. Los resultados han mejorado desde la introducción de dosis mas elevadas de L-tiroxina al inicio del tratamiento.
Situaciones especiales en la detección precoz de HC Existen situaciones especiales (2, 9) en las que se recomienda realizar un protocolo de muestras seriadas de TSH a lo largo del primer mes de vida, para diagnóstico y tratamiento de posibles alteraciones de la función tiroidea, generalmente por elevación tardía de TSH:
Problemas no resueltos en detección precoz HC Siempre ante la sospecha clínica de hipotiroidismo, incluso con muestras normales previas, el pediatra debe solicitar urgente una determinación de T4L y TSH, ya que pueden existir elevaciones tardías de TSH. Otras causas como el hipotiroidismo consumptivo (13) por hiperactividad de desyodasa III en grandes hemangiomas en el periodo postnatal no son detectadas en los programas de cribado (TSH y T4 iniciales normales). El hipotiroidismo central, aislado o asociado a hipopituitarismo es mas frecuente (1:16.000 - 1:20.000) de la incidencia previamente reportada (1:100.000) por lo que se aconseja ampliar el cribado con la determinación simultánea de TSH y T4T. Actualmente se preconiza al análisis de T4L en la muestra (23). Evitaría el diagnóstico tardío de estos pacientes, muchos de ellos, asintomáticos o con clínica inespecífica. Las alteraciones de TSH-alfa y TSH-beta pueden manifestarse con elevación tardía de TSH. Las alteraciones del transportador MCT8 se sospechan en pacientes con alteraciones neurológicas durantes el primer año de vida, cursan con función tiroidea normal inicial. Los programas de cribado de hipotiroidismo neonatal pueden ser utilizados como índice de deficiencia de yodo en un área determinada, por detectar valores de TSH superiores a 5 mU/L en un elevado porcentaje de muestras (>3%). La determinación de tiroglobulina puede ser de utilidad para situaciones de deficiencia de yodo como causa del HC. Solamente el 25% de la población mundial dispone de Programas de Detección precoz de HC (24). El Programa de Detección Precoz de HC es uno de los mayores avances en prevención y salud infantil del siglo XX. La detección de estos pacientes evita el sufrimiento personal y familiar de un paciente con daño cerebral permanente y con las morbi-mortalidades asociadas referidas. Económicamente estos Programas son de alta rentabilidad social. Estos Programas en el siglo XXI deben dotarse de mejor infraestructura, ser mantenidos y ampliados según los conocimientos científicos actuales y ser difundidos sus logros en los foros sanitarios y sociales. | |||||||||
References | |||||||||
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